21/4/14

Torrijas al estilo de casa y ¡feliz Semana Santa!



Seguro que en estas fechas de Semana Santa estáis hartos de ver recetas de torrijas. Torrijas para arriba y torrijas para abajo, pero a quién vamos a engañar, nos encantan y es un clásico que no puede faltar en estas fechas.
Seguro que ya habéis leído y releído 658272 veces la misma receta de torrijas, yo también, y me he dado cuenta de que en mi casa las torrijas se hacen de una forma un poco diferente a la receta tradicional. Digamos que el proceso se hace de forma diferente y se suprimen algunas cosas, lo que la hace una receta bastante rápida de hacer. Así que como estamos un poco saturados de leer siempre la misma receta, he decidido que en vez de ser fiel a la tradicional os iba a poner la receta de torrijas tal y como la hacemos en mi casa, para variar un poquito, ¿no? Y es que mirad que pinta tienen, han quedado de un buen ver... ¡y están para llorar!




En mi casa la torrijas siempre se han echo de la misma manera. No aromatizamos la leche y usamos pan de molde o pan normal. En este caso hemos usado pan del Mercadona que ya viene cortado en rodajas, es muy blandito y esta muy muy bueno. 


Al final, en la receta tradicional se mezcla azúcar con canela y se mojan las torrijas en esa mezcla, en cambio en mi casa, como hay diferentes gustos, las dejamos sin mojar y a la hora de comerlas cada uno las acompaña como quiere. Por ejemplo, a mi abuelo y mi padre les pirran las torrijas acompañadas con miel, a mi madre no le gusta mucho la canela así que espolvorea el azúcar solo por encima, a mi hermano le da por ponerles Nutella (que no es mala idea)... Como veis cada uno se las come como quiere.

Al ser una receta familiar que ha ido de boca en boca los ingredientes son un poco a ojo así que todos serán valores aproximados y a vosotros os pueden variar. Allá vamos:

INGREDIENTES: (para unas 18 torrijas)

  • 1/2 kg de pan (de molde o normal)
  • 1/2 l de leche
  • 2 huevos
  • Aceite de oliva
  • Azúcar al gusto 

PREPARACIÓN:

Preparamos una sartén grandecita con abundante aceite y la ponemos a fuego medio. También preparamos una bandeja o plato con papel absorbente, donde iremos depositando nuestras torrijas.
Cortar el pan al tamaño deseado, eso va a gustos. En mi caso, las rodajas de pan que ya venían cortadas eran muy grandes por lo que las hemos cortado en tres trozos.
En un plato hondo añadimos leche (no toda), en otro plato batimos uno de los huevos. Cogemos un trozo de pan y lo pasamos por la leche, que se empape bien pero que no llegue a mojarse demasiado o se nos romperá la rodaja. Una vez ha absorbido suficiente leche pasamos el pan por el huevo y seguidamente lo pasamos a la sartén que ya tendrá el aceite caliente. Cuando el pan esté dorado por un lado le damos la vuelta con ayuda de una espátula o cubiertos y una vez los dos lados estén doraditos retiramos la torrija del aceite y la depositamos en la bandeja con el papel absorbente para que chupe el aceite sobrante.
Ahora tan solo tenemos que repetir el proceso con todos los trozos de pan que queramos. A medida que vayáis mojando el pan nos iréis quedando sin leche y sin huevo, solo tenéis que ir añadiendo gradualmente en el plato.



Ahora llega la parte más libre y opcional. Podemos mezclar azúcar y canela y pasar las torrijas por esa mezcla o podemos espolvorear azúcar por encima en el momento de comerlas. Como he dicho anteriormente, en mi casa cada uno se pone la cantidad que quiere de azúcar o incluso miel o nutella, por lo que no pasaremos las torrijas por azúcar y las dejaremos tal cual.

Como veis, la receta es muy similar pero no es totalmente fiel a la tradicional y es mucho más sencilla y rápida. Las torrijas quedan deliciosas y da mucha versatilidad al final al ponerle el azúcar o lo que uno quiera y apetezca. En mi casa siempre se han echo así, espero que os haya gustado y que os animéis a hacerlas.

Muchos, muchos besos y os deseo que acabéis de disfrutar lo que queda de Semana Santa,

Noelia, xx.

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